En el Día del Estudiante, celebramos con mucho cariño a quienes fueron el motor de nuestra labor docente. Esta jornada nos brindó la oportunidad de reflexionar profundamente sobre el porqué y el para qué de esta celebración, reconociendo la importancia de cada uno de nuestros alumnos en la dinámica educativa. Durante el día, compartimos memorables momentos de alegría con nuestros niños, creando un ambiente festivo y enriquecedor. Juegos, actividades lúdicas y expresiones artísticas formaron parte de esta celebración, fortaleciendo el vínculo entre estudiantes y docentes. Estos instantes no solo fueron valiosos para el esparcimiento, sino que también reforzaron el sentido de comunidad y el compromiso mutuo en el proceso de aprendizaje. El Día del Estudiante se convirtió así en una ocasión especial para renovar nuestra dedicación y entusiasmo por enseñar, recordándonos que cada esfuerzo realizado tuvo un impacto significativo en el desarrollo y bienestar de nuestros estudiantes.